Un año más la espectacular talla de Gregorio Fernández, de más de cuatro siglos de antigüedad, fue procesionada por Laguna de Duero y portada a hombros por numerosos vecinos
No cabe duda de que artísticamente Laguna de Duero guarda una joya tallada en 1610 por el importantísimo imaginero Gregorio Fernández.
Cada tarde del Domingo de Ramos el Cristo de los Trabajos, que es como se conoce a esta escultura, es procesionado por el municipio antes de partir hacia Valladolid y ser prestada a la Cofradía de las Siete Palabras. Viaje que hasta hace no demasiados años se hacía a pie, con el Cristo portado a hombros por diferentes vecinos.
Ayer se repitió la historia y el Cristo de los Trabajos procesionó a hombros durante algo más de una hora por Laguna de Duero para después ser recibido con todos los honores en la capital del Pisuerga.
A ambos actos acudió el alcalde, Avelino Álvarez, acompañado por varios ediles del Gobierno Minicipal.