Un poco de historia
Laguna de Duero. Un pueblo de Castilla.
Aunque sabemos que existieron asentamientos vacceos y romanos, por los restos arqueológicos encontrados en el término municipal, no es hasta época medieval cuando aparece el primer documento escrito que hace referencia a la localidad, concretamente a la anterior iglesia de Santa María que fue donada por Armengol IV, nieto del Conde Ansúrez, en 1135.
El origen de Laguna de Duero parece encontrarse en la laguna natural que da nombre al municipio. El lago que hoy podemos contemplar, junto a un bonito entorno natural, no es más que un recuerdo de lo que fue una laguna de agua salada cuya extracción de sal fue un importante sustento económico en la localidad hasta principios del siglo XX, en que se decidió desecar. La sal de la laguna, se vendía junto con la que se extraía de las salinas de Aldeamayor, a los pueblos de Tierra de Campos, donde era utilizada para curtir pieles.
A dos kilómetros del casco urbano se hallan los restos del antiguo Monasterio de los Franciscanos en el termino conocido como El Abrojo, también llamado Scala Coeli, porque según cuenta la tradición, durante el tiempo en el que San Pedro Regalado ejerció la prelacía, San Francisco bajaba por las noches del cielo por una escalera para bendecir el lugar.
Junto al convento se edificó un Palacio Real al que acudían los Reyes de Castilla cuando querían descansar fuera de Valladolid. Sus aposentos acogieron a los Reyes Católicos y a su nieto Carlos V, después de visitar a su madre en Tordesillas. Felipe II, que definió a Laguna como un “sitio muy alegre por estar sobre el Duero y tener muchos pinares abundantes en toda caza”, mandó comprar las tierras de los alrededores para ampliar el recinto, hoy todavía amurallado, con independencia del convento. Los documentos de la época narran como el monarca se recluyó en el Abrojo para llorar la muerte de su esposa Doña María de Portugal.
El día 9 de abril de 1624 se declaro un gran incendio que destruyó el convento y el palacio, reedificándose enseguida el convento. Inundaciones posteriores asestaron duros golpes al convento del que hoy solo se conservan algunos restos. En la sección del Patronato Real se conservan una serie de papeles fechados entre febrero de 1554 y agosto de 1555, que documentan la adquisición de terrenos en el término de Laguna de Duero para convertirlos en finca de recreo y Bosque Real, y que hablan de las primeras repoblaciones forestales en España.
El día 9 de abril de 1624 se declaro un gran incendio que destruyó el convento y el palacio, reedificándose enseguida el convento. Inundaciones posteriores asestaron duros golpes al convento del que hoy solo se conservan algunos restos. En la sección del Patronato Real se conservan una serie de papeles fechados entre febrero de 1554 y agosto de 1555, que documentan la adquisición de terrenos en el término de Laguna de Duero para convertirlos en finca de recreo y Bosque Real, y que hablan de las primeras repoblaciones forestales en España.
Del Bosque Real, en la actualidad tan sólo se conserva la cerca de piedra a la cual se hallan adosados sus correspondientes cubos almenados. Tiene una longitud de 7.654 pies, una portada de entrada con el escudo de los Reyes Católicos y un palacete o refugio de cazadores con el mismo escudo de los Reyes Católicos. Actualmente del convento se conservan restos de sus muros, la bodega, la fuente llamada de S. Pedro Regalado y una alberca desde la que San Pedro regaba su huerto. Tras el traslado de la capital del Reino, Laguna de Duero vivió una etapa de recesión demográfica.
El municipio está viviendo en los últimos años un sustancial cambio demográfico, urbanístico y social que ha contribuido a la ampliación de los servicios municipales y la construcción de nuevos edificios y vías de comunicación, un importante cambio de inflexión en la historia de Laguna de Duero.