Hace ya más de un año que comenzaba así mi primer mensaje hacia vosotros y vosotras sobre la pandemia. Os pedía tranquilidad en aquellos momentos en los que la incertidumbre era palpable.
Hoy, un día y medio desde que se ha puesto fin al estado de alarma, os quiero seguir pidiendo responsabilidad y civismo.
El personal sanitario así como los servicios en los que trabajan están exhaustos, y lejos de desaparecer, el virus sigue entre nosotros. Nos han devuelto la libertad de movernos, de poder deambular por la calle a cualquier hora pero recordemos que la supervivencia de los negocios que pueden seguir teniendo limitaciones depende de nuestras actuaciones y de cómo llevemos una normalidad que, lejos de ser igual a la que gozábamos antes de todo esto, se va a convertir, de verdad, en una nueva normalidad en la que no deberíamos olvidar todo lo que, por obligación, hemos aprendido a lo largo de este fatídico año: el uso de las mascarillas, la distancia de seguridad,… No podemos actuar como si no hubiera ocurrido nada pues eso puede que nos vuelva a llevar al extremo negativo que hemos vivido estos más de 365 días pasados.
Por eso, pedimos que seáis responsables y respetuosos, por aquellos que han perdido su vida, su negocio, y su salud. Aún sois muchos los que no estáis vacunados por lo que la situación, para vosotros, sigue siendo la misma que cuando comenzó todo esto.
Ruego demos ejemplo como pueblo, como ciudadanos unidos y respetemos y hagamos lo que esté de nuestra mano para ayudar a que esto termine de una vez por todas.
Un abrazo y… nos seguimos viendo en las calles de nuestro maravilloso pueblo

